Una de las definiciones del coaching podría ser la de una forma de desarrollo personal o profesional mediante el acompañamiento reflexivo de un profesional con experiencia que te ayuda a enfocarte en la consecución de los objetivos. En un artículo anterior ya hablamos de los tipos de coaching, pero aquí nos vamos a centrar en dos de ellos, en el de Equipos y el Organizacional.
¿Cómo puede ayudar el coaching a mis equipos? En el ámbito de la empresa, este servicio puede aportar un valor diferencial de cara a los equipos de trabajo y los procesos internos en los se encuentre la organización.
Coaching de equipos y coaching organizacional
Aunque pueda parecer lo mismo, ambos cuentan con diferencias muy claras y muy significativas que pueden ser de gran provecho para las empresas y el desarrollo de sus equipos.
En primer lugar, el coaching de equipos está dirigido a equipos de trabajo, departamentos o multi-áreas, pero su principal objetivo es lograr resultados extraordinarios con esos equipos. Se trata de trabajar con ellos objetivos colectivos concretos, que podamos cuantificar y trabajar. Para ello, abordaremos cuestiones como la cohesión del equipo, la confianza, la puesta en común de ideas, y la resolución de conflictos. Además, de manera paralela se crea también una implicación y una autoestima como equipo, que genera altos grados de compromiso hacia los resultados. En resumen, se trata de trabajar con equipos para conseguir resultados extraordinarios.
Por otra parte, el coaching organizacional es más profundo, también trabaja con equipos, en este caso, los directivos, y se abordan los objetivos transversales a toda la organización. Se trata, por ejemplo, de poner en valor y profundizar en la Misión, Visión y Valores, en las líneas estratégicas y se dirige, por ejemplo, cuando tenemos unos cambios de cultura empresarial, una transformación digital o un cambio generacional en una empresa. Este tipo de acompañamiento ayuda mucho en la consecución de estos objetivos, porque cuando se producen cambios de este tipo, lo primero que se encuentra suelen son reticencias, o barreras, el miedo a tomar decisiones, la resistencia al cambio, ¿qué va pasar conmigo?, etc. A través de este coaching se consigue que los objetivos transversales bajen a toda la organización con total transparencia y con total comunicación y los resultados impliquen sumar al equipo en el cambio y evitar esas barreras que se suelen encontrar en estas circunstancias.
Tanto en uno como en el otro, la mirada que se hace hacia los equipos es conjunta, no miramos hacia los individuos, concretamente, aunque es inherente al desarrollo de las personas porque influye en el colectivo, pero se mira hacia el equipo como un solo sistema: ¿Cómo trabaja ese equipo? ¿Qué piensa ese equipo? ¿Cómo se relaciona entre ellos? Todas las voces son importantes, porque aquí no se trata de que la democracia de la mayoría manda, sino que se trata de una democracia profunda y es que todas las voces tienen algo que decir en el equipo.
En definitiva, emplear el coaching de equipos en tu estrategia de empresa puede suponer grandes beneficios en tu organización, incrementando la motivación, la implicación y mejorando el clima laboral de tu empresa. En Estudio Global trabajamos ambas tipologías de coaching. Infórmate sin compromiso.
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