Tener un grado de apalancamiento financiero excesivo, o financiar nuestro crecimiento a largo plazo,  con instrumentos del corto plazo, son algunos de los errores más habituales a la hora de intentar obtener  financiación para una PYME.

Una incorrecta planificación financiera puede generar muchos quebraderos de cabeza a los responsables de la sociedad, llegando incluso a poder, muchas veces, comprometer la misma.

Para evitar esta situación, nuestro consejo desde ESTUDIO  GLOBAL-LLUCH&SARRIÓN es el de aplicar las acciones correctoras, antes de que puedan aparecer los problemas.

Dicho de otra manera, más vale el prevenir, que el tener que lamentar.

Hay que  intentar contar con la financiación suficiente, y anticiparse a los problemas que nos vayan surgiendo en la gestión de nuestro día a día, para evitar situaciones críticas y poder crear nuestro “colchón de liquidez”.

“Vivimos dentro de una coyuntura donde se cruzan dos circunstancias que afectan a la tesorería de una pyme, una es la batalla comercial de precios para ser competitivos y la segunda es la presión recaudatoria, tanto fiscal como física, de la administración. Una Pyme requiere un sistema de control de tesorería al día, para entrar en la rueda , que establece la coyuntura actual. Pienso que la demanda de productos ha aumentado, la economía local ha experimentado una mejora, pero a costa de trasladar esa presión en los costes fijos de la empresa , es decir, los trabajadores cobran menos, las empresas reducen márgenes, los impuestos son mayores, etc..Si no conocemos el flujo y la previsión de nuestra  tesorería, no podremos reclamar facturas y atender deudas a tiempo, por lo que vamos a ciegas en nuestro día a día” explica Carlos Grande, presidente y socio mayoritario de la sociedad Transportes y Mudanzas GRANDE, S.L.

Para crear ese “colchón” no todo vale. Hay que valorar principalmente los costes y los plazos, entre otros factores. De lo contrario incurriríamos en errores que posteriormente serian difíciles (y muy costosos) de corregir, como por ejemplo:

  • Comenzar la actividad de la sociedad con un capital propio insuficiente. Esta situación provoca que la PYME tenga excesiva dependencia de capital externo, y hace que se vea mermada su capacidad de maniobrar, al tener que pagar elevadas cargas de intereses y principal antes de que la empresa empiece a generar sus propios recursos de circulante a través de su actividad. Lo ideal es poder generar un pulmón financiero suficiente como para aguantar de 18 a 24 meses, pero desgraciadamente la realidad actual hace que tengamos que tener puestas nuestras miras a 2 – 3 meses vista.
  • Tener un grado de Apalancamiento excesivo. La empresa debe contar con una financiación adecuada, pero nunca por encima de sus posibilidades. La proporción entre deuda e ingresos dependerá de las características de cada compañía, así como de cada sector en el que opere. El rango de apalancamiento puede oscilar entre 2 veces el EBITDA (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) o resultado bruto de explotación, y las 7 veces dependiendo de si se trata de la financiación de un proyecto o una nueva línea de negocio.
  • Utilizar instrumentos del corto para el largo plazo. Otro de los errores más comunes que se comenten, es el de financiar nuestras necesidades a largo plazo con instrumentos del corto plazo. De este modo se corre el riesgo de tener que amortizar el capital invertido, antes de que la inversión haya comenzado a dar sus frutos. Por ejemplo, financiar bienes de inmovilizado como la maquinaria, para sacar ventaja competitiva de un pronto pago o beneficiarse de facilidades de pago, la cual se amortiza a 10 años.

En este caso, no das tiempo material a tu negocio a generar esos recursos necesarios en la actividad para volcarlos sobre el bien invertido.

Para prevenir esta equivocación caben dos soluciones. La primera es recurrir siempre al endeudamiento bancario a largo plazo, y la segunda acudir a fuentes de financiación alternativas.

  • Tener mucha concentración bancaria. Un error a evitar es concentrar todo la deuda solamente en una entidad. Lamentablemente para el sector financiero y debido al proceso de fusiones bancarias, a las que se han visto abocadas las entidades financieras en los últimos años, debemos intentar en la medida de nuestras posibilidades reducir al máximo nuestra concentración en nuestro pool bancario, ya que tendríamos un problema grave si nuestro banco decide reducir sus niveles de riesgo con nosotros a la hora de refinanciar nuestra deuda.
  • No utilizar otras fuentes de financiación alternativas. Una de las nuevas vías de financiación alternativa que ha surgido recientemente en el mercado bancario es el Crowlending. “Se trata de un préstamo formalizado entre múltiples inversores que buscan rentabilizar sus ahorros, y una empresa que necesita financiación. Ese préstamo ha de ser devuelto con intereses en el plazo previsto y la operación se realiza a través de una plataforma on-line.Sus precios suelen estar en la línea de los empleados por las entidades financieras, con la ventaja de que son ‘limpios’, al no tener la Pyme que soportar el coste de otros productos, como tarjetas, seguros, acciones u otros productos que los bancos suelen exigir conjuntamente. La operativa es on-line, sin desplazamientos y, habitualmente, sin coste de cancelación ni de formalización notarial. Pienso que es fundamental que el responsable de una Pyme debe considerar siempre disponer de una flexibilidad en sus fuentes de financiación que le permita abordar situaciones imprevistas. Especialmente en un momento en el que el número de entidades financieras se está reduciendo significativamente”, explica José María Ferrer, director general de COLECTUAL, la primera plataforma de crowlending en la Comunidad Valenciana.

Esta fórmula alternativa de financiación no computa en CIRBE (Central de Información de Riesgos del Banco de España), por tanto es una deuda que computa en balance, pero no se contabiliza como crédito bancario, lo que permite sanear el balance final financiero y su impacto en nuestros resultados.

Desde ESTUDIO GLOBAL-LLUCH&SARRION, pensamos que si no aplicamos una correcta planificación de tesorería a nuestra organización, corremos el riesgo de sufrir a corto o medio plazo una crisis de financiación, que provocará graves consecuencias en nuestra gestión diaria.

Es por ello que ponemos a su disposición nuestro módulo de tesorería TECASH, el cual permite la gestión estratégica e integral de la tesorería de la empresa, posibilitando la optimización de la cadena de valor financiera.

Como herramienta de control, el módulo de tesorería TECASH garantiza la correcta gestión tesorera y facilita todas las funcionalidades necesarias, que garantizan una adecuada gestión de los flujos monetarios en el corto y medio plazo, permitiendo:

  • La optimización de sus recursos.
  • Minimizar costes ( financieros, de gestión y administrativos), y
  • Maximizar los beneficios de su compañía.

Rafael Sarrión –Consultor Financiero

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